El narrador
El narrador puede usar tres técnicas para comunicar: centrarse en la descripción de los personajes, el paisaje, los objetos, etc.; relatar los hechos dándole un ritmo a la historia; o bien, dejar que los personajes hablen mediante un diálogo, que se expresen directamente.
Género narrativo
El narrador
La novela
La novela rosa
El cuento
Otros subgéneros narrativos
Por otra parte, la narración puede tener uno o varios puntos de vista durante su desarrollo. El o los narradores pueden estar en:
Primera persona
Participa de los hechos, los verbos están en primera persona. El narrador suele ser el protagonista, aunque también puede tratarse de un personaje secundario o de un mero testigo que sin participar en la acción, sabe lo ocurrido. Generalmente este tipo de obras tiene la forma de diario de vida, novela autobiográfica o epistolar (mediante cartas).
Ejemplo
“Vine a Comala porque me dijeron que aquí vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo cuando ella muriera.” (Pedro Páramo, del mexicano Juan Rulfo).
Segunda persona
Es poco frecuente. En este caso el narrador se dirige a otros o a sí mismo.
Ejemplo
“Duermes, sin soñar, hasta que el chorro de luz te despierte, a las seis de la mañana, porque ese techo de vidrios no posee cortinas. Te cubres los ojos con la almohada y tratas de volver a dormir…” (Aura, del mexicano Carlos Fuentes).
Tercera persona
Narra algo de lo que no forma parte, es decir relata lo que le sucede a otros. Se identifica por los verbos en tercera persona.
Ejemplo
“Menudeando el paso y saltando sobre los obstáculos que hallaba en su camino, la Nela se dirigió a su casa que está detrás de los talleres de maquinaria…” (Marianela, del español Benito Pérez Galdós).
Grado de conocimiento que tiene el narrador
Omnisciente
Lo sabe todo, hasta los pensamientos y sentimientos de los personajes. “Giró y comenzó a nadar hacia la playa, a chapotear más bien con desesperación, y de pronto rogaba a Dios que lo salvara…” (Día Domingo, del peruano Mario Vargas Llosa).
Con conocimiento limitado
Puede saber bastante o muy poco, dominar sólo los hechos y no la interioridad, estar limitado por su edad o estado mental. “Cerraba los ojos y caminaba ciego hasta una puerta. La abría y al abrirla abría también los ojos. El juego era adivinar si el enfermo era hombre o mujer y si era quebrado o no.” (Papelucho, de la chilena Marcela Paz).
Elementos que intervienen en la creación de una obra narrativa
Lugar
Es el entorno donde sucede la historia. Puede ser una ciudad, una habitación o la cabeza de un personaje. Y puede ocurrir en más de una parte a la vez, como en Historia de dos ciudades, de Charles Dickens.
Tiempo
Por un lado está el tiempo en el que se cuenta la novela, cuánto dura la historia: unas horas, un día, varios meses o años. También está el tiempo referido a la época, al momento histórico en el que ocurren los hechos, en el futuro, el siglo pasado, durante la Revolución Francesa, etcétera. La forma en que se cuenta la historia puede ser: lineal o cronológica, es decir, de principio a fin, en el orden natural de los hechos; tener un comienzo in media res, o sea, la narración se inicia en un punto intermedio, por lo que el relato debe retroceder para recuperar el inicio; comienzo in extrema res, en que el relato se inicia con el fin y después retrocede para conocer su desarrollo. Los retrocesos temporales se denominan flash back, cuando son breves y se expresan como recuerdos, o racconto, cuando son más extensos y recogen una serie de situaciones pasadas, que incluso pueden prolongarse por varios capítulos del relato.
Ambiente
Es el conjunto de circunstancias o condiciones sociales, culturales, políticas, entre otras, que rodean a los personajes de una narración. Puede haber varios ambientes: campo y ciudad, pobreza y riqueza, etcétera.
Argumento o asunto
Consiste en la serie de hechos principales que constituyen el resumen de la historia relatada. Por ejemplo, en Cien años de soledad, del colombiano Gabriel García Márquez, el tema es la soledad; es la historia de las generaciones de la familia Buendía a lo largo de cien años.
Los Personajes
Son todos aquellos que ejecutan la acción en el relato. Pueden ser personas, o animales, objetos o seres imaginarios a los que se les atribuyen características humanas. Entre los personajes se distinguen: el protagonista, que es el personaje principal de un relato, el que lleva la acción central del mismo; el antagonista, que es el personaje que se le opone al protagonista; y los secundarios, que son todos los demás personajes que intervienen en la narración.
Existen los personajes planos o simples, que se caracterizan por ser arquetipos; es decir, aquellos que siempre encarnan las mismas características sin importar el relato del que se trate. En el caso de los cuentos infantiles, estos siempre están en pugna, asociados al mal y el bien. Los príncipes, princesas y hadas son la personificación de la bondad y la belleza, mientras que las brujas, madrastras y ogros son feos y malvados. También hay arquetipos que representan a distintos sectores sociales y formas de ser. En los chistes, el jefe siempre es un tipo adinerado, abusivo y flojo; el curadito es el tipo de clase media-baja irresponsable, pero simpático; la suegra es insoportable y temida, etcétera. Algunos ejemplos de protagonistas y antagonistas planos son: David y Goliat, Superman y Lex Luthor, Tom y Jerry. También están los personajes en relieve, que son más complejos. Tienen aspectos negativos y positivos, y pueden cambiar. Son más parecidos a las personas reales.
Narrador en segunda persona
«Duermes, sin soñar, hasta que
el chorro de luz te despierte, a
las seis de la mañana, porque
ese techo de vidrios no posee
cortinas. Te cubres los ojos con
la almohada y tratas de volver a
dormir…».
Fragmento recuperado de https://bit.ly/2PhUREQ