Dos buenas razones para comer sano

1. Comer sano aumenta tu productividad
En reposo, el cerebro consume una gran parte de tu energía corporal que, a su vez, procede de tu ingesta nutricional. Cuanto mejor sea el combustible, mejor funcionará tu cerebro; y al contrario, la comida poco saludable disminuye la productividad de tu cerebro. Así, la nutrición adecuada aumenta tu capacidad para concentrarte y tu eficiencia.

2. Comer sano te protege de enfermedades graves
Una dieta saludable hoy, es un cuerpo sano mañana. Comer bien es bueno para tu organismo, ya que, a largo plazo, disminuye el riesgo de padecer enfermedades del corazón, por lo que estarás más protegido de la primera causa de mortalidad de la sociedad contemporánea. Pero, si comes mal, estarás más expuesto a sufrir una de las enfermedades anteriores y también diabetes, artritis o cáncer. Comer sano supone apostar por una buena calidad de vida y también por tu salud en el futuro.