Los 8 tipos de narrador y sus características (con ejemplos)
Entre los principales tipos de narrador destacan el protagonista, el desdoblado, el observador y el omnisciente. Para comprender el tema debemos comenzar por entender que la narración literaria o texto narrativo es un género de la literatura que consiste en contar una historia de ficción o no, a través de la descripción de los hechos acontecidos.
Esta narración está compuesta por varios elementos fundamentales, que son los personajes, el lugar, el tiempo, la acción o argumento y el narrador. La importancia del narrador es que este es el elemento que diferencia a la narración de los demás géneros literarios: el lírico y el dramático.
El narrador es la persona que cuenta la historia dentro de la misma historia; es decir, es un personaje creado por el autor (diferente a este) cuya función es contar los hechos que vive, presencia o conoce.
Según esto se crea la perspectiva o punto de vista del narrador, a través del cual diferenciamos los tipos de narrador que existen según hablen en primera, segunda o tercera persona.
Según forme parte o no en la historia que se cuenta, el narrador puede considerarse interno o externo.
Cuando es interno, su participación podría ser como personaje protagonista, como personaje secundario o testigo de los hechos, como narrador informante o como desdoblamiento del yo, mientras que al ser externo puede considerarse omnisciente u observador objetivo.
Especialmente en la literatura contemporánea, suele ocurrir que un autor utiliza diferentes narradores en una misma obra. Esto implica una dificultad que no todos los autores logran superar, ya que cada personaje tiene sus características propias y la manera en la que narre la historia debe depender de estas características.
Tipos de narrador en tercera persona
-Narrador omnisciente
Es el tipo de narrador más utilizado, ya que permite contar la historia desde el punto de vista de todos los personajes: lo que vive, piensa o siente cada uno. Es un personaje externo con conocimiento absoluto de lo que sucede y por eso se le conoce como omnisciente, característica que suele atribuirse a un Dios.
Características
-No participa en la historia narrada.
-Narra en tercera persona, como alguien externo a los personajes del argumento.
-Puede ser objetivo o subjetivo, dependiendo de si opina o no sobre los hechos ocurridos o si hace juicios de valor sobre las acciones o personajes.
-Por su característica de omnisciente, puede narrar cualquier hecho que sea necesario para el argumento sin importar tiempo o lugar, incluso más allá de los sentidos como, por ejemplo, los pensamientos o sentimientos de diferentes personajes.
Ejemplo
En Harry Potter y la Piedra Filosofal de J. K. Rowling, el narrador omnisciente puede describir hechos pasados, presentes y futuros que ocurren en diferentes lugares; además, cuenta lo que sienten o piensan diferentes personajes y llega a opinar con relación a estos.
“Los Potter sabían muy bien lo que él y Petunia pensaban de ellos y de los de su clase… No veía cómo a él y a Petunia podrían mezclarlos en algo que tuviera que ver (bostezó y se dio la vuelta)… No, no podría afectarlos a ellos… ¡Qué equivocado estaba! (…)
Una mano pequeña se cerró sobre la carta y siguió durmiendo, sin saber que era famoso, sin saber que en unas pocas horas le haría despertar el grito de la señora Dursley, cuando abriera la puerta principal para sacar las botellas de leche.
Ni que iba a pasar las próximas semanas pinchado y pellizcado por su primo Dudley. No podía saber tampoco que, en aquel mismo momento, las personas que se reunían en secreto por todo el país estaban levantando sus copas y diciendo, con voces quedas: «¡Por Harry Potter… el niño que vivió!»”.
-Narrador observador o deficiente
También es conocido como narrador cámara, ya que se limita a describir los hechos tal cual ocurrieron, como por ejemplo, narrar lo que puede enfocar una cámara de cine, sin agregar nada más.
Por lo general los autores no usan solo este narrador, sino en combinación con otros tipos dependiendo del momento de la historia.
El autor suele recurrir a este tipo de narrador cuando quiere generar suspenso o intriga en el lector, al narrar algún suceso sin dar ningún tipo de explicación al respecto ya que esto se devela más adelante en la historia.
Cuando un autor crea un narrador observador para toda su obra se vale de los diálogos entre los personajes para expresar los sentimientos o pensamientos de estos, de esta forma el narrador no es quien los relata y puede mantenerse objetivo.
Características
-No tiene participación en la historia que se cuenta.
-La narración ocurre en tercera persona, se trata de alguien ajeno a los personajes.
-Es objetivo, solo describe los hechos sin opinar al respecto.
-Por su característica de observador se dice que solo puede narrar lo que los cinco sentidos pueden percibir, por lo que tiene límite de espacio y tiempo.
Ejemplo
En el cuento corto Luvina, de Juan Rulfo, hay más diálogos que narración, pero cuando se relata algo, se nota la presencia del narrador observador.
“Los gritos de los niños se acercaron hasta meterse dentro de la tienda. Eso hizo que el hombre se levantara y fuera hacia la puerta y les dijera: “¡Váyanse más lejos! ¡No interrumpan! Sigan jugando, pero sin armar alboroto.”
Luego, dirigiéndose otra vez a la mesa, se sentó y dijo:
—Pues sí, como le estaba diciendo. Allá llueve poco. A mediados de año llegan unas cuantas tormentas que azotan la tierra y la desgarran, dejando nada más el pedregal flotando encima del tepetate (…)”.
-Narrador equisciente
El narrador se centra en un solo personaje. Obsérvese esta frase de Mi vida querida de Alice Munro:
«En cuanto le subió la maleta al compartimiento, Peter pareció ansioso por quitarse del paso. No es que estuviera impaciente por irse…»
Narrador en primera persona
-Narrador protagonista
Este narrador es el personaje protagonista de la historia, es quien vive los hechos narrados y, por tanto, quien la cuenta desde su punto de vista.
Características
-Es el personaje principal de la historia sobre el cual recae el argumento.
-Utiliza la primera persona, cuenta la historia desde el “yo”.
-Es subjetivo, ya que habla de su percepción de los hechos y del resto de los personajes. Por esta misma característica puede hablar de lo que él mismo piensa o siente, no solo de lo que ocurre en la realidad.
-Solo relata los hechos que personalmente vivió. Si habla de los sucesos de otros personajes, es desde el punto de vista que él conoce.
Ejemplo
En Rayuela, de Julio Cortázar, Horacio Oliveira es el protagonista y narrador de la historia:
“…Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo del dentífrico”.
-Narrador secundario, testigo
Lo que diferencia a este narrador del protagonista es solo eso, no es el protagonista sino un personaje que vivió o presenció los hechos que le acontecieron al protagonista. Está dentro de la historia y la cuenta desde su punto de vista.
Características
-Participa en la historia como un personaje secundario que estaba presente al momento de ocurrir los hechos.
-Usa la primera persona.
-Su enfoque es subjetivo debido a que el enfoque está en cómo ha percibido los hechos, y como percibe a los demás personajes. Este narrador también puede hablar de sus sentimientos o sus percepciones, más allá de los hechos que efectivamente ocurran.
-Los hechos que relata han sido experimentados por él. Puede referirse a lo que le ha pasado u otros personajes, pero siempre desde la información que él tiene.
Ejemplo
En Las aventuras de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle, el doctor John Watson —compañero de Sherlock Holmes— narra la historia del detective, quien es el protagonista.
“Una noche —la del 20 de marzo de 1888— volvía yo de visitar a un paciente (pues de nuevo estaba ejerciendo la medicina), cuando el camino me llevó por Baker Street.
Al pasar frente a la puerta que tan bien recordaba, y que siempre estará asociada en mi mente con mi noviazgo y con los siniestros incidentes del Estudio en escarlata, se apoderó de mí un fuerte deseo de volver a ver a Holmes y saber en qué empleaba sus extraordinarios poderes (…)”.
-Narrador editor o informante
Este tipo de narrador, si bien es personaje en la historia, no la vivió o presenció directamente, sino que la conoce a través de lo que supo o pudo conocer por otro personaje que sí vivió los hechos narrados.
Características
-Aunque es un personaje de la historia, no vivió personalmente los hechos que narra.
-Se centra en la primera persona.
-También es subjetivo porque se enfoca en su percepción
-Habla de los hechos ocurridos sin que los haya vivido, solo por lo que supo a través de otra persona o medio.
Ejemplo
En El informe de Brodie de Jorge Luis Borges, el narrador comienza su relato indicando cómo supo de este hecho.
“Dicen (lo cual es improbable) que la historia fue referida por Eduardo, el menor de los Nelson, en el velorio de Cristián, el mayor, que falleció de muerte natural, hacia mil ochocientos noventa y tantos, en el partido de Morón.
Lo cierto es que alguien la oyó de alguien, en el decurso de esa larga noche perdida, entre mate y mate, y la repitió a Santiago Dabove, por quien la supe. Años después, volvieron a contármela en Turdera, donde había acontecido”.
-Narrador desdoblado
Se conoce así al narrador que cuenta la historia a sí mismo o a un “yo” desdoblado. No se determina quién es el “tú” con el que habla y muchas veces se entiende que es a sí mismo, como un monólogo, pero existen debates sobre si este “tú” puede referirse al lector o a otro personaje de la historia, como una carta.
Características
-Quien narra es un personaje de la historia, puede ser protagonista o secundario.
-Utiliza la segunda persona, como si estuviera en una conversación con alguien, usando “tú” o “ustedes”.
-Es subjetivo.
-Narra hechos vividos directamente por él o, en caso no haberlos vivido, solo habla de lo que conoce.
-Se le asigna un carácter epistolar, ya que muchas veces la narración es en forma de carta.
Ejemplos
La Muerte de Artemio Cruz de Carlos Fuentes sirve de ejemplo para el caso en el que el narrador se habla a sí mismo:
“…Vivió durante algunos días. Su gemelo. Artemio Cruz. Su doble. Ayer Artemio Cruz, el que solo vivió algunos días antes de morir ayer Artemio Cruz… que soy yo… y es otro… ayer…
Tú, ayer, hiciste lo mismo de todos los días. No sabes si vale la pena recordarlo. Solo quisieras recordar, recostado allí, en la penumbra de tu recámara, lo que va a suceder: no quieres prever lo que ya sucedió. En tu penumbra, los ojos ven hacia adelante; no saben adivinar el pasado.
Sí; ayer volarás desde Hermosillo, ayer nueve de abril de 1959, en el vuelo regular de la Compañía Mexicana de Aviación que saldrá de la capital de Sonora, donde hará un calor infernal (…)”.
En El Guardián entre el Centeno de J.D. Salinger, el narrador comienza la historia hablando directamente al lector:
“Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querrán saber es dónde nací, cómo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hacían mis padres antes de tenerme a mí, y demás puñetas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les daría un ataque si yo me pusiera aquí a hablarles de su vida privada (…)”.
En Carta a una Señorita en París de Julio Cortázar se aprecia un ejemplo de narración epistolar:
“Usted sabe por qué vine a su casa, a su quieto salón solicitado de mediodía. Todo parece tan natural, como siempre que no se sabe la verdad. Usted se ha ido a París, yo me quedé con el departamento de la calle Suipacha, elaboramos un simple y satisfactorio plan de mutua convivencia hasta que septiembre la traiga de nuevo a Buenos Aires y me lance a mí a alguna otra casa donde quizá (…)”.
Narrador en segunda persona
Al narrar se hace referencia al lector. No es muy utilizado, aunque sí se hace en situaciones determinadas. Obsérvese esta frase de La Caída de Albert Camus:
«Puede estar usted seguro de que yo no me enmohecía. A toda hora del día, dentro de mí mismo y entre los demás, trepaba a las alturas, donde encendía visibles fuegos».
Los adioses
[Juan Carlos Onetti]
«Quisiera no haberle visto más que las manos, me hubiera bastado verlas cuando
le di el cambio de los cien pesos y los dedos apretaron los billetes, trataron de
acomodarlos y, en seguida, resolviéndose, hicieron una pelota achatada y la
escondieron con pudor en un bolsillo del saco; me hubieran bastado aquellos
movimientos sobre la madera llena de tajos rellenados con grasa y mugre para
saber que no iba a curarse, que no conocía nada de donde sacar voluntad para
curarse».
Fragmento recuperado de https://verseando.com/blog/juan-carlos-onetti-de-los-adioses