El arte de la guerra y el plan
En la antigua China existió un brillante estratega militar y filósofo. Este hombre se llamó Sun Tzu, el nombre por el que actualmente lo conocemos se trata en realidad de un título honorífico que significa «maestro Sun».
Se le atribuye la obra El arte de la guerra, un tratado considerado el mejor de todos los tiempos sobre estrategia militar. Es sin duda el libro por excelencia de los ejércitos y empresarios para enfrentarse a las duras condiciones de los escenarios de guerra y competencia empresarial, respectivamente.
Entre las grandes enseñanzas que se encuentran en este libro, podemos mencionar aquella que dice que todo ejército debe ser como una serpiente: Si le atacan en la cola, responde con la cabeza; si le atacan en la cabeza, responde con la cola; y por último, si le atacan en el medio del cuerpo, responde con la cabeza y la cola. ¿Qué relación tiene esto con un plan? Pues simplemente afirmar que un plan es la mejor forma de estar preparados para luchar ante las adversidades futuras. Nos ayuda a saber qué hacer o —al igual que la serpiente— saber cómo responder.
Otra idea muy rescatable en El arte de la guerra en relación con un plan, señala lo siguiente: «Procura que tus planes sean oscuros e impenetrables como la noche, luego muévete como un rayo». Es importante saber que las ventajas de un plan también radica en la discreción y en las acciones precisas y rápidas por desarrollar.