Ortografía de los extranjerismos
En el nuevo Manual de Ortografía (2010) aparece un capítulo dedicado a la ortografía de extranjerismos que puede servir para resolver las dudas, cuando por razones expresivas, o porque no existe en nuestra lengua el vocablo equivalente, las tengamos que utilizar. Los académicos han optado por aceptar las formas castellanizadas; es decir, adaptadas a la fonética (pronunciación) y a la grafía (escritura) de la lengua española. Hay diferentes casos:
Desde términos reacios al cambio, respaldados por la globalización, como el italiano “balletto” que pasó al francés como “ballet” grafía que tomó el español. Lo mismo el anglicismo “sheriff” que conserva casi la misma grafía de su lengua “sherif”. Escribir “balé” y “cheri” y pronunciarlas igual, sería la castellanización cien por cien de estos; pero lo mismo que el anglicismo “whisky” ha vencido la forma más parecida a la originaria “whisky” y no “güisqui”. Se comprueba así que son los usuarios del idioma los que al final deciden qué forma usar o no.
Pero también bien, sea de modo espontáneo, o bien por las propuestas de las Academias de la Lengua, se han incorporado extranjerismos adaptados completamente al sistema fonológico, ortográfico y gramatical del español. Este proceso ayuda a que haya una correspondencia más exacta entre la pronunciación y la escritura; característica de nuestro idioma frente a otros.
Entre las palabras totalmente castellanizadas, muchas proceden del inglés como “baipás” (by pass), “boicot” (boycott), “críquet” (cricket), “crol” (crawl), “escúter” (scooter), “gánster” (gangster), “mitin” (meeting)…, aparecen también en el Diccionario Panhispánico de Dudas (DPD, 2005) “búngalo” o “bungaló” –bien como esdrújulo, o bien como agudo–, y “quimono” (del japonés: kimono); italianismos como espagueti (spaghetti), capuchino (cappuccino)…; los galicismos bulevar (boulevard), cruasán (croissant)… En este grupo estarían yogur (del francés-turco: yougurt), yincana (angl.-hindú: gymkhana).
La adaptación de “máster” (del ingl. master) solo requirió agregarle la tilde. Otras, no precisaron adaptación: “box, kid, set” (ingl.) pronunciadas [bóx], [kít] y [sét]. Asimismo “karaoke” del japonés, se escribe según la pronunciación [karaóke].
Hay casos en que es más fácil modificar la pronunciación que su grafía, “gay” y “iceberg”, por ejemplo, conservan la escritura de la lengua originaria, pero se propone la pronunciación castellanizada [gáy] e [icebér] para el español europeo y [géy] y [áisber] para el español americano. Dudas, siempre tendremos cuando escribimos ciertas palabras –mucho más si son préstamos de otras lenguas–. Lo importante es saber cómo solucionarlas.
Nelly Trelles Castro