El uso de la «h»

Se escriben con h:

  • los prefijos hidra-, hidro-, hiper- hipo-: hidráulico, hidrógeno, hipérbole, hipócrita;
  • todas las palabras que empiezan por el diptongo uehueco, huelga, huella, huérfano, huerto;
  • los prefijos hecto-, hepta-, hexa- hemi- de las palabras compuestas: hectómetro, heptasílabo, hexágono, hemiciclo;
  • los compuestos y derivados de palabras que tienen h, excepto los derivados de hueso, huevo, hueco huérfano: escribimos huelguista, pero óseoóvulooquedad orfandad;
  • todas las formas de los verbos cuyo infinitivo lleva hhubo, habla, honra, hurtaron.

Palabras homófonas

Recogemos en esta tabla algunos pares de palabras homófonas en las que está implicada la letra h. Los términos homófonos son aquellos que suenan igual, pero tienen distinto significado y pueden tener distinta grafía. 

 Con hache Sin hache
hora: parte del día ora: del verbo orar
hola: fórmula de saludo ola: movimiento del mar
honda: referido a la profundidad onda: equivalente de ondulación
hecho: del verbo hacer echo: del verbo echar
hatajo: hato pequeño de ganado atajo: camino más rápido
aprehender: equivalente de asir aprender: adquirir conocimiento
habría: del verbo haber abría: del verbo abrir
hasta: la preposición asta: cuerno
hojear: pasar hojas ojear: con el sentido de mirar
hice: del verbo hacer ice: del verbo izar
huso: utensilio para hilar uso: del verbo usar
deshecho: de deshacer desecho: de desechar
ha: del verbo haber a: la preposición
   

Tres formas que suelen confundirse:

  • ahí: es un adverbio demostrativo que significa ‘en ese lugar’,
  • hay: es la forma impersonal del verbo haber,
  • ay: es una interjección que expresa diversos movimientos del ánimo, aflicción o dolor y un suspiro o quejido.

Quizá en algún momento te explicaron la diferencia entre estas tres palabras con esta frase: «Ahí hay un hombre que dice ay», pero a nosotros nos gusta este poema de Nicanor Parra, que también puede servir como recordatorio de algunas formas:

A ver a ver
tú que eres tan diablito ven para acá
¿hay o no hay libertad de expresión en
este país?
-La hay
ay!
áááaaaay!

Interjecciones

Siguiendo con las interjecciones, la h está presente en algunas de las más usadas:

  • ¡ah!: para denotar pena, admiración, sorpresa o sentimientos similares,
  • ¡eh!: para preguntar, llamar, despreciar, reprender o advertir,
  • ¡oh!: para manifestar muchos y muy diversos movimientos del ánimo, y más ordinariamente asombro, pena o alegría,
  • ¡hala!: para infundir aliento o meter prisa, para mostrar sorpresa (también puede escribirse ala y alá),
  • ¡bah!: para denotar indiferencia o desdén,
  • ¡huy!: para denotar dolor físico agudo, vergüenza o asombro (también puede escribirse sin huy). 

¿Por qué hueso se escribe con h y óseo, sin embargo, se escribe sin ella?

A muchas personas les extraña que palabras que forman parte de la misma familia léxica se escriban de manera distinta. Sucede, por ejemplo, con hueso, que se escribe con hache, mientras que otros términos relacionados con los huesos, como óseoosamentaosario, etc., no la llevan. También con huérfano y con orfandadorfanatoorfanidad, etc.

La aparente contradicción se explica fácilmente en aplicación de la segunda regla que hemos dado al principio de este artículo, a saber, que todas las palabras que empiezan por el diptongo ue (como hueso y huérfano) se escriben con hache. Por esto mismo, no llevan hache las otras palabras de la misma familia léxica que, sin embargo, no empiezan por este diptongo (óseo, osamenta, osario, orfandad, orfanato, etc.).

En castellano medieval, la u y la v se escribían igual; para distinguir las palabras en las que ese grafema se refería a la vocal u de las voces en las que representaba a la consonante v/b, era costumbre anteponer una h en los casos en los que era vocal. ¿Y cuándo había precisamente riesgo de confusión? Cuando el término empezaba por un diptongo. En estos casos, al haber dos vocales juntas, era fácil pensar que esa v/u era una consonante que formaba sílaba con la vocal siguiente, esto es, que las grafías ueso y veso podían leerse fácilmente como beso (interpretando la u/v como consonante), cuando, en realidad, se referían al hueso. Por eso, la anteposición de una h daba la clave para saber que esa u/v de ueso y veso era una vocal.

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