Los textos literarios

En un pueblecito de Pasco habitaba cierta anciana que cosechaba las mejores y más grandes papas de la población.
Era en época de la cosecha y la vieja estaba muy contenta, porque sabía que era la única que iba a obtener mayor cantidad de papas.
La cosecha del primer día la tenía almacenada en un rincón de la casa, en su chacra. Entonces, sin que ella lo esperara ni soñara, y aprovechando de
la luz de la Luna, un sapo enorme y atrevido fuese donde estaban arrinconadas las deliciosas papas. Escogió la mejor que había, una muy grande y arenosa, y se puso en seguida a comerla.
Cuando el sapo había comido ya más o menos la mitad de la papa, la vieja, que estaba durmiendo, se despertó, y levantándose fue a ver lo que ocurría.
Al divisar que alguien arruinaba sus papas, se acercó, y viendo de lo que se trataba, como era medio bruja, le echó al sapo una maldición, diciéndole que se convirtiera en una piedra.
Acto seguido, oyose un estruendo feroz, se desencadenó una terrible tempestad de viento, que arrancaba los árboles de sus raíces, y en general causaba mil estragos.
Uno de esos vientos se llevó consigo al pobre sapo, quien fue volando primero muchos kilómetros, hasta que se quedó colgado en lo más alto de una inmensa peña.
Cuando después se vio al sapo, se constató que en realidad se había convertido en piedra; pues hasta hoy se lo puede ver en ese lugar.

Recuperado y adaptado de: http://mitologiasyleyendas.blogspot.com/2019/03/el-sapo-de-piedra-pasco.html