La obra maestra
(Álvaro Yunque)
El mono cogió un tronco de árbol, lo subió hasta el más alto pico de una sierra, lo dejó allí, y, cuando bajó
al llano, explicó a los demás animales:
—¿Ven aquello que está allá? ¡Es una estatua, una obra maestra! La hice yo.
Y los animales, mirando aquello que veían allá en lo alto, sin distinguir bien qué fuere, comenzaron a
repetir que aquello era una obra maestra. Y todos admiraron al mono como a un gran artista. Todos
menos el cóndor, porque él era el único que podía volar hasta el pico de la sierra y ver que aquello solo
era un viejo tronco de árbol. Dijo a muchos animales lo que había visto, pero ninguno creyó
al cóndor, porque es natural que el ser que camina no le crea al que vuela.
Recuperado de: https://ciudadseva.com/texto/la-obra-maestra/